Hace años vine a tomar un cafe con una amiga y me encantó el lugar. Recuerdo que mi capuchino tenía un dibujito de un unicornio y me pareció muy amigable. Hace poco recordé este lugar y fuimos con mi novio a desayunar. Desde ese día empezamos a venir con cierta frecuencia. Todo el personal que nos ha atendido hasta ahora han sido muy amables, tiene una energía relax pero a su vez están pendientes de todos los detalles. Nos trajeron agua sin tener que pedirlo, servilletas y endulzantes para el café. Es buenísimo cuando las personas son profesionales y saben que hacer para estar un paso adelante del cliente. Otra cosa MUY valiosa es que al momento de hacer el pedido, ellos repiten la orden antes de solicitarla a cocina, eso evita muchas posibles confusiones, excelente. El desayuno keto me gustó mucho! Seguiremos viniendo ya que luego de tantos años regresé y la calidad sigue igual o incluso mejorando. Gracias a todo el team por el buen trabajo (: bendiciones
