Azafrán

Excelente comida y ambiente. Es pequeño y con una superficie atención. Comida española mediterránea. El chef desde su cocina ve todo el restaurante y vemos el proceso de cocinar la comida. Felicitaciones a este restaurante llegará muy lejos una excelente alternativa en san francisco para mi la mejor elección

La iluminación en contraste con sus paredes y el techo machimbrado en tonos claros le da un aire de paz y frescura manteniendo la elegancia del lugar. En esta visita probamos de entrada las croquetas de ibérico y el pulpo deliciosa mezcla de sabores ya para el plato fuerte seguí la recomendación del mesonero era un trozo de cordero con tostones y quien me acompañaba se fue por un sirloin con risoto de quesos ambos deliciosos. Dejamos de lado el postre pues aun cuando es servicio es impecable era vísperas de 1ro de mayo quedábamos de últimos en el sitio y al ver que recogían todo ya no era grato pedir postre y pues creo que quizá llegar a cenar a las 21 horas como que se hacia tarde en el horario de la cocina; sin embargo volveré!

La verdad es segunda vez que voy la anterior le di 4.5 esta vez 3 5 la atención pésima la comida por el precio nada que ver lo único que se mantiene es el ambiente y comodidad de entrada una langosta con aguacate y crema parecía un aguacate con crema casi nada de langosta se pidió un pato y estaba muy dulce y yo una entraña nada que ver y el acompañamiento eran muestras de vegetales

He visitado el restaurante en varias ocasiones y he podido degustar muchos de los platos que ofrecen. La presentación y ejecución han sido siempre impecables. De las entradas puedo decir que las croquetas de ibérico son espectaculares, crujientes por fuera y delicadas por dentro, con gran sabor. Las patatas bravas son una ejecución muy curiosa, pero muy buena. El ceviche estuvo muy bueno y de buen tamaño. En ocasiones tienen un pulpo de entrada que está delicioso. Ahh y no puede faltar el pan... Entre los platos fuertes, la corvina es un plato seguro, de buen tamaño, a la plancha, crujiente por fuera y suave por dentro, con una salsa de curry con leche de coco espesa y deliciosa, acompañada de unos mini patacones que siempre te dejan con ganas de mas. Las chuletas de cordero muy buenas, buena relación precio calidad, con una salsa dulzona a base de malta, buena porción, muy suaves y con un profundo sabor gracias a la reducción de malta. De postre probé el Creme Brule, muy bueno pero nada del otro mundo y un ganache de chocolate con un helado de coco que recuerda a aquellos del interior. El servicio muy atento y cordial, pero tiende a ponerse lento cuando el restaurante se llena.

La comida sin duda es deliciosa, la dedicación a cada plato para complacer al cliente se logra apreciar, los ingredientes destacan por su frescura y recomienda preguntar por la sugerencia del chef. La atención es muy buena y el ambiente te permite desconectarte de la cuidad, ya que te sientes en casa. También tienen una buena carta de vinos