La Inmaculada (Marbella)

La comida sencilla, no estaba mala, pero la atencion fue demasiado lenta y eso le restó mucho a la experiencia.

Recuerdo en mi infancia cuando esto estaba pegado a una tienda de revistas y no recuerdo que mas y que te llevaban la comida al carro con una bandeja que reposaba sobre la puerta, y no quisiera que este icono de mi niñez cerrara, pero cuando voy me pregunto como hace para mantenerse abierto. La calidad del producto es la misma de siempre, pero los precios exhorbitantes y el personal no es atento como en el local original. Aqui se la pasan distraidos en vez de estar pendientes de los clientes. Le hace falta el ojo del amo como dice el dicho.

Los clasicos y populares helados con bizcocho y siropes. Incomparables y muchas veces imitados. Me duele ver que desde mi infancia los precios han aumentado mas del 800% pues esto hace que menos personas puedan consumirlos. Como prueba de esto me encontré un local casi vacio con menos personal de lo usual.

Los mismos sabores de mi infancia, ahora con precios muy elevados. Digamos que aqui hay unos platillos que s uno se le antojan melancolicamente, sin embargo las pequelas porciones pasaron de moda. Sigue siendo un buen lugar si uno quiere acompañar un emparedado con una manteada o un helado, pero si solo vas por la comida, saldrás con hambre. El personal relativamente desinteresado en la clientela.

Recomiendo el sitio porque es un restaurante clásico con muchos años de existencia. Muy famoso por los no me olvides, los cuales valen la pena probar y las mini hamburguesas en pan de molde. Un lugar tipo cafetería para comerse unos postres.