Comida Buena, pésima atención y trato desagradable por parte del host y Rodolfo (posiblemente dueño).
Historia larga, corta:
Desde hace mas de una semana hemos tratado de hacer reservación para ir ayer domingo, y nos decían por teléfono que no tomaban reservación para domingos, que era por orden de llegada, lo cual nos llamó la atención pues ya hemos ido antes con reservarción.
Ayer decidimos ir casi media hora antes de la hora que queríamos almorzar para poder conseguir mesa pues nos habían dicho que no estaban reservando desde una semana antes.
Al llegar, y solicitar las mesas, el encargado nos dice que no hay mesas porque ya estaban todas reservadas, lo cual nos llama la atención pues nos habían dicho que no reservaban.
Estábamos en un grupo, por lo que finalmente nos dan 1 mesa, pero todavía faltaban mas, y nos dicen que esperáramos en la entrada mientras.
Mientras esperábamos han llegado otros dos grupos de aproximadamente 6 personas cada uno, sin reservación, quienes solicitan sus mesas, y aun estando nosotros esperando, les dan las mesas primero a los otros.
Hemos solicitado hablar con otra persona, por lo que llega el Sr. Rodolfo, quien sabiendo que nos habían dicho por teléfono que no se podía reservar, nos reclama de manera grosera que otro día hagamos reservación (a todo esto, todo el restaurante estaba vació).
Sin darnos ninguna solución y momento tan desagradable, decidimos retirarnos a lo cual al dueño nisiquiera le importó.
Lástima porque he ido antes, y por lo general con grupos grandes, a lo cual ya no regresaré mas ni recomendaré a ningún familiar ni amigo, pues en restaurantes no se trata solamente de comida buena o decente, sino de la hospitalidad y servicio, y si nisiquiera a los dueños les importa, eso deja mucho que decir de su interés en servir al público.
Si pudiera darle -5 Estrellas al servicio lo haría, por lo que si no les importa que se les quite el apetito por el mal trato, mentiras y groserías, entonces vayan.
