Tuve la oportunidad de visitar por primera vez Pez Gordo Peruano, un restaurante que, pese a su espacio reducido, está bien acondicionado para brindar una experiencia acogedora. Un punto a favor es su servicio de valet parking, lo que garantiza comodidad y seguridad para los comensales. Es importante mencionar que este no es un lugar para quienes buscan una comida rápida. Si tienes prisa, quizá no sea la mejor opción. Sin embargo, si dispones de tiempo y deseas disfrutar de una propuesta gastronómica bien ejecutada, aquí encontrarás platos llenos de sabor y equilibrio, donde lo salado, dulce, ácido y el toque justo de picante se combinan de manera armoniosa para realzar cada bocado. El servicio es lento, ya que los platillos se preparan al momento bajo la supervisión del chef. No obstante, la espera se ve recompensada con creaciones que destacan por su frescura y autenticidad. Entre las recomendaciones imperdibles, sugiero comenzar con el Pulpo al Olivo, una entrada sencillamente espectacular. Para el plato fuerte, el Taku Taku de Ají de Gallina es una opción excepcional que combina tradición y sabor en cada bocado. Otro plato a destacar es el Arroz con Mariscos, una propuesta generosa y bien elaborada. Sin embargo, en mi caso particular, encontré que el nivel de acidez estaba ligeramente elevado para mi gusto. En definitiva, Pez Gordo Peruano es un restaurante ideal para quienes buscan disfrutar de auténticos sabores peruanos.
