Vine para celebrar un cumpleaños, me lo sugirió la APP por cercanía, reservamos y me confirmaron. Está en calle Thomas Owens (64), es una casa que dice Hierro y Fuego, por ningún lado tiene el nombre del restaurante. Entramos, pregunté y aparentemente estaba en el sótano. Llegamos y teníamos el restaurante para nosotros, solamente. Habíamos visto el menú antes para no demorar. Se pidió la Big Panamá y el Angus Burger y nos dicen tajantemente, aquí no tenemos hamburguesas (estaba en el menú). Sinceramente, aunque la comida esté muy buena, no regresaré nunca más, somos muy pacientes y estuve a punto de retirarme del restaurante, el servicio deja mucho que desear, pedíamos un plato y nos decía que eso no se puede pedir “ese acompañamiento”, hay maneras de decir las cosas. Es una lastima, el trato y el servicio es parte de la experiencia de acudir a un restaurante, para ello hubiese pedido a domicilio en otro lugar. ¡Que decepción!
