Me encantó el ambiente con mucha luz, el concepto saludable y el servicio muy bueno. El bowl nórdico estuvo delicioso con el Kale crujiente y el salmón en su punto perfecto. Sin embargo quedamos sorprendidas con el postre. Demasiado pequeño para el precio y tampoco es que estuviera tan rico. No recomiendo la tarta de moras.
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