Bueno, la verdad es que creo que mis expectativas estaban muy altas por la evaluación que tenía. No puedo negar que algunos platillos estaban muy ricos; sin embargo, con 4.9 esperaba mucho más. Probamos la burrata de entrada. Muy rico la mezcla de sabores de los embutidos, el mozzarela y la rúgula que sobre el pancito eran el aperitivo perfecto. De beber pedimos una botella de vino con mezcla de tres uvas, muy bueno también. Espagueti con langostinos, pizzas y sopa de verduras. El postre de manzana con helado nos pareció regular. Personal muy atento. Ambiente limpio pero muy sobrio para mi gusto. Parecía más una cafetería. Me gustó ver que si cuentan con un horno de leña real que realmente da un sabor particular a las pizzas.
